La identidad digital viene imponiéndose con ahínco en los procesos de la vida cotidiana, aunque persisten los retos frente a la brecha digital que hay en el mundo. El sistema de creación tecnológica y transformación supone una respuesta directa a los requerimientos que se presentan en esta nueva normalidad y la economía digital que deviene como consecuencia.
Ante este panorama, la implementación de esta versión online de la identidad física representa beneficios para las personas, los negocios y sectores económicos que van desde el control y privacidad de la información hasta su protección y simplificación interoperable. No en vano, la aceptación por parte de las instituciones relevantes comienzan a superar las barreras de la aceptación, pues la identificación digital es ahora la llave para prestar servicios digitales en pandemia.
El Sector Bancario, por su parte, comprende uno de los ecosistemas más robustos, su evolución no solo ha sido rápida sino que también ha permitido un desarrollo diferenciador, en un mercado enteramente digital. La gestión es los procesos a través de cualquier dispositivo gracias a la implementación de la identidad digital ha permitido:
- Organizar de forma más clara la información de tal forma que es posible un conocimiento más específico del cliente, lo cual genera una oferta de valor en cuanto a la experiencia de usuario, personalización de productos y servicios.
- Seguridad y transparencia en los datos, ya que los protocolos e infraestructura IT cada vez más garantizan la protección de la privacidad de los datos. Un flujo que no solo reduce los riesgos sino que también fideliza y le brinda confianza a ambas partes.
- Uso eficiente de los recursos dada la adopción de soluciones digitales, lo que se traduce en reducción de costos y tiempos de operación.
- Reducir la propagación del virus, ya que los medios digitales garantizan una cobertura mucho más amplia y, hoy por hoy, permiten la democratización económica.
Por su parte, uno de los sectores más influyentes debido a la contingencia también ha implementado la identidad digital en sus operaciones con el fin de obtener sus beneficios; en el sector Salud esta se traduce en una mejora del contacto médico-paciente debido al incremento en la solicitud virtual de citas médicas y el acceso a resultados diagnósticos vía online. Estos sistemas de identificación han podido sistematizar la información durante la cuarentena para minimizar los desplazamientos físicos, brindar asistencia y tener registro de la propagación del virus, por ejemplo.
La transformación digital no discrimina ningún sector económico y dada la implementación de la huella en la web, el sector Notarial avanza también tecnológicamente.
Mucho antes que la pandemia la facturación electrónica y la biometría con el fin de validar la identidad de una persona a través de los dispositivos móviles era una medida ya aplicada. A hoy, representan múltiples beneficios en la cotidianidad, ya que reduce la suplantación y el fraude mientras algunos trámites notariales son automatizados. Esto no solo evita las aglomeraciones sino que se traduce entonces en la optimización de tiempos y reducción de costos y la evasión tributaria. Y, sin duda, de la mejora en la experiencia del cliente.
Los procesos que implica afrontar los retos que impone la Revolución Digital continúan cambiando el mundo de forma contundente de tal forma que el análisis de las acciones, la detección de posibles crisis en tiempo real, el Customer Centric, la calidad de los servicios o productos, son a hoy soluciones fundamentales para la recuperación económica global.
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