Las innovaciones y avances tecnológicos han generado cambios significativos en la humanidad. A hoy, el rango de cosas que se computarizan y se conectan a redes es casi incalculable, lo que abre un mundo de posibilidades optimistas, dado que las soluciones digitales y la transformación que supone el tan llamado Internet de las cosas (IoT) permite negocios más inteligentes y eficientes.
La implementación del IoT viene tomando fuerza en la automatización de procesos industriales e incluso agroindustriales, y su enfoque ha impuesto una solución a diversas problemáticas de la sociedad. Resulta ser un enlace y una hoja de ruta hacia la conectividad del mundo, que se da en un entorno multicampo, y que hoy nos permite ser competentes aún cuando las actividades presenciales significan un riesgo para la humanidad.
Algunos expertos, mucho antes de la pandemia, ya auguraban al crecimiento continuo de la industria IoT como una fuerza transformadora para todas las organizaciones, no en vano el último reporte de CISCO “Cisco Annual Internet Report (2018-2023)” afirmó que para el 2023 cerca del 66 % de la población mundial haría uso del Internet.
En la actualidad vemos de qué forma nos encontramos inmersos en lo que se denominó la Cuarta Revolución Industrial, una transformación cuyo desarrollo es imparable y que trae consigo múltiples beneficios en la actividad diaria. Como ejemplo de ello dentro de la realidad actual, se encuentran los dispositivos como los sensores que monitorean la temperatura de quienes ingresan a determinado lugar, con el fin de minimizar el riesgo de contagio.
Pero no solo se limita a este tipo de aplicaciones, desde Infomedia Service S.A. la implementación de tecnología de punta sobre una autopista de conectividad para los usuarios ha permitido que las soluciones relacionadas con el IoT tengan la capacidad de generar registros únicos de las transacciones, por ejemplo, sin la necesidad de intermediarios.
En efecto, la implementación de la tecnología está cambiando la manera de realizar negocios e, incluso, es un proceso que se inclina cada vez más a la garantía de la seguridad de los datos personales, estatales y organizacionales.
Las transformaciones que supone resultan ser infinitas, pues los entornos en los que ya se aplica extensamente el uso de estas tecnologías interconectadas tienen un despliegue en sectores como la agricultura, pesca, fabricación, gastronomía, transporte, computación, banca, etcétera.
Pero esto parece ser solo el inicio, los ejemplos nombrados anteriormente evidencian el constante avance de los objetos conectados mediante el IoT; sin embargo, se vienen implementando una serie de técnicas y servicios innovadores.
La sincronización de datos en la nube no solo ha permitido el teletrabajo colaborativo y monitoreo del mismo, sino también ha podido comprobar automáticamente el trayecto de un paquete, así como detectar y corregir situaciones que representen riesgo; optimizar procesos, diagnosticar picos o retrocesos en las producciones masivas mediante el Learning Machine.
La transformación continúa siendo absoluta debido a un acontecimiento biológico que impulsó una revolución tecnológica que siempre se habló en tiempo futuro. Este impacto viene cambiando los métodos de producción, avanzando hacia procesos automatizados que conllevan retos con la interoperabilidad en los sistemas de gestión, ergo, la identificación y autenticación en los mismos.
Lo que antes necesitaba de la presencia física de un operador ha tenido un gran cambio de conducta y espacio, un cambio de hábitos y rutinas que imponen un modelo productivo radicalmente distinto.
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