La revolución tecnológica, impulsada por la ciencia, ha creado nuevos espacios en los que la digitalización ha tenido un protagonismo crucial para la supervivencia de los sectores económicos del país durante la pandemia. No en vano, los canales de venta digital, como consecuencia, son hoy el angular para el despegue o sostenimiento de cualquier negocio que quiera prosperar en la era 4.0.
Si bien el comercio electrónico ha tenido un crecimiento preponderante tras el impacto de la pandemia dada la necesidad de permanecer en confinamiento, en un principio el reto se impuso en la desigualdad existente entre las plataformas pertenecientes a las grandes empresas de robusto financiamiento y la poca capacitación en el área digital de los emprendimientos.
Sin embargo, ante la determinante necesidad de impulsar las pymes se han llevado a cabo diversos procesos de transformación digital que se han traducido en soluciones para incrementar las ventas; esto se evidencia en la apuesta por el e-commerce como una de las estrategias más efectivas en la reactivación económica de Colombia; por ejemplo, las jornadas del Día sin IVA impulsadas por el Gobierno Nacional fueron herramientas usadas con el propósito de mitigar las pérdidas ocasionadas por el aislamiento obligatorio decretado.
Las plataformas de servicios de e-commerce, una oportunidad en un espacio virtual privilegiado para potencializar sus modelos de negocio, se sustentan en los crecientes números de transacciones, la fiabilidad y la acogida social durante las jornadas de compras y promociones en línea que a su vez, le significan a las micro y pequeñas empresas una transformación favorable en lo que concierne la optimización de procesos.
Por su parte, la centralización de la información para llevar a cabo un marketplace representan, hoy por hoy, múltiples beneficios relacionados con la clasificación automática de los productos, a la vez que reúne la atención al cliente, venta, postventa, logística, planeación. Esto, sin duda, resulta ser una herramienta que posibilita la masificación de los e-commerce, pues la inversión en infraestructura tecnológica no recae en un solo negocio, se trata entonces de la unificación de un proceso para cargar los productos y realizar estrategias de publicación en el hub que se desee.
Este tipo de soluciones funcionan entonces como una red social empresarial en la que se alojan diversas pymes con el propósito esencial de mejorar la calidad de vida del usuario, ahorrarle tiempos, costos, pero también, evitar desplazamientos para salvaguardar su salud e integridad dada la propagación del virus.
La practicidad es sin duda un factor diferenciador para los usuarios de un marketplace, pero lo es también para los empresarios que se benefician de sus virtudes, a la vez que las objeciones de compra ligadas a la falta de confianza sobre las marcas pequeñas se rompen y las empresas ganan reputación junto al consumidor.