Actualmente, las ideas de integración, interacción y convivencia desde la tecnología que existen detrás del concepto de Smartcity, se están simplificando y haciendo más cercanas y tangibles para las personas en cualquier comunidad, e incluso su implementación y desarrollo se desligan del discurso de lo político y público, y se convierten en una visión posible desde lo cotidiano y lo comunitario.
Con las innovaciones de hoy se busca conseguir una ciudad con mejor calidad de vida y más transitable, aumentar la planificación de uso mixto, mejorar el transporte público y, a veces, crear una ciudad moderna que combine los tres. Y esto apoyado por medidas tecnológicas que hagan más inteligentes los semáforos, más eficientes las frecuencias de los buses en paraderos y estaciones, desarrollos urbanos con mejor planeadas vías y servicios en función de la prospección de crecimiento en cada zona.
Sin embargo, una Smartcity a veces termina siendo en algunos aspectos un gran tablero con muchos circuitos conectados que nunca va a poder responder desde un solo sector a las necesidades variadas, disímiles y dinámicas de todos los que habitan en ella, pues tan solo el hecho de tener que movilizarse para concentrarse en ciertos puntos con el fin de encontrar los servicios y productos demandados por diversos tipos de comunidades, ya implica vectores que la tecnología no podrá controlar.
Es entonces cuando un concepto de unidades sociales pequeñas sumadas, se hace cada vez más pertinente en el desarrollo de una Smartcity, pues permite entender que cada barrio puede ser inteligente y desde allí la posibilidad de que es la suma de las partes la que potencia la inteligencia del todo.
Por ejemplo, en Wayzata, EE.UU., en el sitio de un centro comercial abandonado, se concibió un desarrollo de uso mixto para personas mayores y como parte de un proyecto para renovar su calle principal. Su éxito fue tal que este barrio para personas mayores tenía una lista de espera incluso antes de que terminara la construcción. Con instalaciones médicas, tiendas y viviendas muy cerca, el proyecto permite que las personas mayores tengan la oportunidad de explorar la zona sin tener que preocuparse por conducir, pero además todo el proyecto es sustentable e inteligente de acuerdo a las características de estas personas.
En otros países, conscientes de las dificultades crecientes de movilidad derivadas de su crecimiento, se están diseñando barrios o ciudadelas donde conscientes de su cotidianidad, sus residencias están a cinco minutos a pie o en bicicleta de un parque, un lago o una zona comercial, lo que reduce la necesidad de automóviles, y se busca que toda edificación cuente con certificados de Energy Star y los edificios comerciales deben contar con la certificación LEED.
También, tenemos que desde el punto de vista de infraestructura se viene trabajando arduamente en proyectos de Smart Suburb que incluyen: iluminación inteligente, parques al aire libre adaptados para todos perfiles de personas, ciclorutas, estacionamientos inteligentes, manejo de residuos inteligentes, sistemas de riego inteligentes, gestión inteligente de servicios públicos y monitoreo ambiental basado en tecnología aplicada a lo cotidiano.
Barrios inteligentes para Colombia y otros países de la región
En Colombia, en sus ciudades principales, vemos que muchas personas prefieren desplazarse lo menos posible por fuera de sus barrios o localidades, y que buscan satisfacer sus necesidades de bienes y servicios a través de la oferta cercana, haciendo que los centros comerciales sean cada vez más los ejes de construcción de comunidad y los dinamizadores del sector, todo porque el desplazamiento entre localidades se ha duplicado y hasta triplicado, y porque la llegada del teletrabajo ha permitido otra valoración del tiempo y su desperdicio en movilidad.
Estas dinámicas de convivencia y apropiación de los espacios públicos y privados, son las que generan la necesidad de pensar en cómo llevar el principio de una Ciudad Inteligente a un Barrio Inteligente.
En el camino de esta reflexión, en el futuro inmediato se requiere de una plataforma tecnológica que a partir de la geolocalización esté en capacidad de traer contenidos basados en la proximidad para ayudar a las personas a localizar lo que necesitan y realizar reservas, compras para luego recoger, consultas para luego comprar y hasta ofrecer servicios personalizados, como por ejemplo la traducción de documentos, o servicios de niñera a domicilio o de trabajos por computador, reparador locativo, y serán sus propios vecinos quienes califiquen la calidad de los servicios prestados para generar confianza en los demás interesados.
Para un Barrio Inteligente, con Malls y Centros comerciales muy dinámicos y útiles, aprovechando el uso intensivo de los celulares, una City APP puede ser la carta de navegación, compras, interacción e información para sus habitantes. Además, con esta, el usuario desde su casa también podrá pedir un domicilio a la tienda de la esquina ( o las tiendas de su alrededor), a droguerías o restaurantes a cuadras de su casa, sin depender de plataformas más complejas o impersonales.
Así, esta City App democratiza el acceso al comercio electrónico en el barrio, para que un tendero pueda conectarse a través de la plataforma y ofrecer sus productos de manera digital y con facilidades para recibir pagos en línea, en la misma plataforma que, de otro lado, los centros comerciales pueden conectarse 7×24 con los vecinos del barrio para mantenerlos actualizados de los productos y servicios comerciales, médicos, financieros o de entretenimiento, y todos los comerciantes, compartiendo sus promociones, logrando una mayor audiencia y mejorando el resultados para las marcas que quieren invertir para estar en el barrio o zona de interés.
A nivel de apoyo a la ciudad, se podrá notificar rápidamente a la Policía si existe sospecha de robo, grupo de vandalismo o si hay un tubo de agua roto y las alcaldías podrán obtener rápidamente resultados de una encuesta geolocalizada así como, podrá compartir información de interés para los ciudadanos.
Serán las grandes marcas, el gobierno con sus programas de wifi gratis y el sector financiero quienes permitirán que este tipo de soluciones se hagan realidad, dado su interés de estar más cerca del usuario a partir de la publicidad y el comercio electrónico.
